Friday, September 30, 2016

Postales de Jazz - Videocast No. 2 : Herbie Nichols



En este segundo vídeo ofrezco una sucinta visión panorámica de la vida y de la carrera del pianista y compositor de jazz Herbie Nichols, uno de esos músicos adelantados a su tiempo y que, precisamente por ello, no gozaron en vida del reconocimiento que merecían. De hecho, Nichols se pasó la mayor parte de su carrera tocando dixieland, un estilo más tradicional que le interesaba mucho menos que el bebop más progresivo que podemos escuchar en los pocos discos que grabó para Blue Note o Bethlehem. Además, solía formar parte de bandas lideradas por músicos de talento mucho menor que el suyo, aunque es cierto que ocasionalmente llegó a dirigir sus propios grupos y a colaborar con grandes jazzmen como J.J. Johnson, Gene Ammons, Sonny Stitt o Lucky Thompson. Una buena fuente de información en inglés, que menciono en el vídeo, es el libro de A.B. Spellman Four Lives in the Bebop Business, que incluye un capítulo entero dedicado a Nichols. Los discos de los que hablo en el vídeo son el triple CD The Complete Blue Note Recordings (publicado en 1997 y nada fácil de conseguir), que contiene todas las sesiones que Nichols grabó para Blue Note en 1956, y Love, Gloom, Cash, Love, el único álbum que registró para Bethlehem en 1957.

Herbie Nichols

Tuesday, September 13, 2016

Howard Roberts - Good Pickin's

Verve, 1959

Si en el vídeo que publiqué en la entrada anterior hablábamos de Dempsey Wright, toca hoy abordar brevemente la carrera de otro guitarrista, que fue, además, contemporáneo de Wright y que, como él, no es demasiado conocido en la actualidad. Me refiero a Howard Roberts, un magnífico jazzman que se pasó la mayor parte de su carrera desviándose por otros derroteros que no tenían nada que ver con el jazz. Así, como músico de sesión, participó en éxitos del pop-rock de los años 50, como "Sittin' in the Balcony" de Eddie Cochran o "Endless Sleep" de Jody Reynolds, y su guitarra suena en las sintonías de programas de televisión legendarios como Bonanza, The Twilight Zone, Peter Gunn o Misión imposible. Vamos, un ejemplo perfecto de un músico que se veía obligado a interpretar diversos estilos musicales con objeto de llegar a fin de mes. Nacido en Phoenix (Arizona) en 1929, Roberts se interesó por la guitarra a muy temprana edad, y tras mudarse a Los Ángeles en 1950, se hizo un hueco en la escena del jazz de la Costa Oeste de la época, colaborando con grandes nombres como Bobby Troup, Neal Hefti, Chico Hamilton, Henry Mancini o el guitarrista Barney Kessel, que se convertiría en una influencia importante. En los años 60 pasó a formar parte del grupo de músicos de sesión conocidos como The Wrecking Crew, y fue entonces cuando su actividad en los estudios de grabación se intensificó, si bien en la mayor parte de los casos su trabajo no estaba relacionado de manera directa con el jazz. Se interesó también por la enseñanza musical, escribiendo columnas para pubicaciones especializadas y dando clases a lo largo y ancho de los Estados Unidos. Por desgracia, un cáncer se lo llevó en 1992, cuando vivía en Seattle, acabando así con la carrera de un hombre cuya actividad musical fue verdaderamente febril durante décadas.


Howard Roberts
La discografía jazzística de Roberts no es, como ya se ha dicho, demasiado prolífica; eso sí, casi todo lo que grabó dentro del jazz tiene un indudable interés, en especial los dos discos que registró para Verve en la década de los 50: Mr. Roberts Plays Guitar y Good Pickin's. El segundo, grabado en 1959, es el que aquí nos ocupa, una sesión en la que la guitarra de Roberts está arropada por Pete Jolly al piano, Red Mitchell al contrabajo, Stan Levey a la batería y Bill Holman al saxo tenor (Holman se encarga también de los arreglos, junto con el gran Marty Paich). Es decir, el quinteto está formado por la flor y nata de los músicos del cool jazz de la Costa Oeste, y por supuesto, no defraudan en absoluto. El repertorio está elegido con ojo clínico: standards del calibre de "Easy Living", "The More I See You", "All the Things You Are" o "Between the Devil and the Deep Blue Sea", mezclados con temas menos conocidos como el "Will You Still Be Mine" de Matt Dennis, e incluso incursiones en el bebop de la mano de Charlie Parker y su "Relaxin' at Camarillo". Los arreglos funcionan a la perfección, asegurándose de que Roberts lleve la batuta, pero permitiendo también que los demás músicos—sobre todo Holman y Jolly—disfruten de espacio para contribuir solos de enorme interés. En baladas como "Easy Living", y sobre todo, "Lover Man", Roberts explora su lado más lírico y sensual, y el álbum se cierra precisamente con una pieza compuesta por el guitarrista ("Terpsichore"), una melodía sencilla en clave de blues que se convierte en vehículo para el lucimiento de toda la banda. En definitiva, un elepé poco conocido pero altamente recomendable, que nos hace desear que Roberts hubiese grabado menos música comercial y se hubiese dedicado más al jazz. Sus discos para Verve y el que grabó para el sello Concord casi veinte años más tarde, The Real Howard Roberts, constituyen buenos ejemplos de su buen hacer dentro del universo jazzístico.